La Delegación de Migraciones tiene como objetivo la atención pastoral de la población migrante de la diócesis de Alcalá de Henares. Hasta entonces, la población migrante en situación de vulnerabilidad recibía atención en las Cáritas parroquiales y Cáritas Diocesana con los programas de acogida y atención a personas en riesgo de exclusión social.
La presencia de personas migrantes entre nosotros es una expresión más de un mundo globalizado y una oportunidad para que nuestra diócesis profundice y vivencie su catolicidad. Este fenómeno, tan complejo y cercano, brinda la posibilidad de profundizar en valores evangélicos como la acogida, la universalidad eclesial, la unidad de todo el género humano y la esperanza en la ciudadanía del Reino.
Esta pastoral únicamente puede enfocarse correctamente si se sitúa dentro de la pastoral de conjunto de toda la diócesis. Supone, no solo la atención directa, sino también el trabajo de animación diocesana para que las personas migrantes sean, no solo destinatarios, sino agentes de pastoral: pasar de una pastoral ‘para’ a una pastoral ‘con’.
La Delegación de Migraciones incorpora también el Equipo Diocesano Contra la Trata de Personas, volcado en acompañar a colectivos particularmente vulnerables y víctimas de trata para cualquier fin de explotación. La delegación trabaja junto a otras delegaciones que promueven la pastoral social y la promoción humana.
Su prioridad es trabajar por una pastoral integradora donde exista un cuidado de la dimensión eclesial sin olvidar las necesidades con que se encuentran muchas personas migrantes y, por ello, también, atender la dimensión humana-social.
Por todo esto, es importante el desarrollo de un trabajo eclesial transversal en el que acoger a la persona y a las familias potenciando la pastoral de conjunto y el desarrollo armónico de las distintas iniciativas pastorales, creando en nuestra diócesis comunidades acogedoras y misioneras.