Las diócesis españolas y diversas instituciones religiosas han creado Oficinas de atención a las víctimas, así como cauces para la presentación de denuncias y protocolos de actuación, que están vigentes en sus diversos ámbitos. Cada diócesis organiza estas oficinas, siempre siguiendo lo dispuesto en Vos estis lux mundi, y para crear los cauces más adecuados a sus circunstancias en la atención a las víctimas.
La Iglesia española hace una mirada serena al pasado en nombres, historias y rostros. No nos fijamos en números, ni cálculos, ni proyecciones estadísticas. Miramos a cada persona. Por eso, abrimos más de 200 oficinas en toda España para escuchar cada testimonio; para conocer al victimario y saber qué pasó, por qué pasó y qué falló. Las oficinas, sin ninguna limitación, acogen, acompañan, sanan, reparan y ofrecen el camino judicial oportuno.
Miramos al presente con instrumentos jurídicos y técnicos, y visualizamos el futuro con una labor de formación para la prevención de abusos. Porque conocer la verdad es imprescindible para nosotros. Si no hay verdad, no hay Iglesia.
Funciones de la Oficina