La Delegación de Familia y Vida tiene como objetivo apoyar a los matrimonios y familias, en particular a las vulnerables. Además, trabaja para dar relevancia propia e insustituible a los matrimonios y a las familias en la Iglesia y en la sociedad.
Para ello, es fundamental que todos, incluidos sacerdotes, religiosos y laicos, comprendan la importancia de la pastoral familiar y la defensa de la vida como parte esencial de la misión de la Iglesia. Desde cada parroquia se debe asumir con mayor compromiso la responsabilidad de impulsar esta labor, que es un don y un deber recibido del Señor.
Para una pastoral familiar eficaz e incisiva es necesario orientar hacia la formación de quienes trabajan en este ámbito, suscitando también vocaciones al apostolado de la pastoral de familia y vida para la Iglesia y para el mundo. Es necesario contar con personas que no teman las dificultades y las incomprensiones al presentar el proyecto de Dios sobre el matrimonio, la familia y la vida.