La Delegación de Pastoral Obrera y del Trabajo es el organismo diocesano designado para anunciar la buena noticia del Evangelio a las personas trabajadoras. La evangelización del mundo obrero y del trabajo es hoy como ayer la respuesta de nuestra Iglesia a las situaciones de sufrimiento y deshumanización que se padece a consecuencia de cómo se organizan las relaciones de trabajo.
Su labor se basa en acercar la Iglesia al mundo del trabajo y el mundo del trabajo a la Iglesia; dar a conocer con nuestro testimonio la buena noticia de Jesucristo a las personas de nuestro pequeño mundo; y estar atentos a situaciones que vive el
mundo obrero, hacernos cercanos y mostrar nuestra solidaridad, sobre todo a las personas en paro, en exclusión social; las que viven y sufren la precariedad laboral, las familias trabajadoras que no llegan a final de mes; los trabajadores autónomos; las personas migradas; las mujeres que viven y sufren las desigualdades; las personas pobres que se hacinan en nuestros barrios ignorados; los que no encuentran vivienda, los desahucios…