La vicaría judicial es el órgano de la diócesis de Alcalá encargado de administrar justicia dentro de la Iglesia en asuntos que afectan a los fieles y a las instituciones eclesiásticas, especialmente en temas de derecho canónico.
Su principal responsabilidad es gestionar el tribunal eclesiástico, donde se llevan a cabo procesos relacionados con la validez del matrimonio, asuntos de disciplina clerical, derechos y deberes de los fieles, y otros casos que requieren una resolución judicial de acuerdo con las normas de la Iglesia Católica.
El vicario judicial es un sacerdote nombrado por el obispo y cuenta con la autoridad para juzgar en nombre de la diócesis. Según el canon 1420 del Código de Derecho Canónico, el vicario judicial posee potestad ordinaria para atender los asuntos judiciales y debe asegurarse de que los procesos se lleven a cabo con imparcialidad, diligencia y conforme a la normativa eclesial. Su función se enfoca en brindar una respuesta justa y pastoral a las necesidades de justicia dentro de la comunidad diocesana.
El tribunal eclesiástico también se ocupa de las nulidades matrimoniales, en las que evalúa si un matrimonio puede ser declarado nulo debido a circunstancias específicas que afectaron su validez desde el inicio.